CAP 3: Más y más cambios

Tal y como había asegurado su abuelo, Parsae se trasladó a su nuevo hogar pocos días después de la tensa merienda. No tenía miedo. No podía estar más acostumbrada a los cambios. Si hasta había cruzado la frontera. A ver quién es el guapo que se ha atrevido a hacer eso. El día que llegó a la mansión, cargada de maletas y baúles, la familia Verisen no estaba para recibirla. “Mejor”, se dijo a sí misma regocijándose en su buena suerte. No tenía ningunas ganas de encontrárselos. A su madre y a su abuela, en cambio, les sentó como un tiro, e insistieron en acompañarla hasta que volvieran para saludarlos. Lo que resultó un engorro para la prometida, que pensaba aprovechar para alegar un tremendo dolor de cabeza y meterse en la preciosa habitación que le habían asignado a disfrutar de su afición favorita: dibujar. Y se le daba bastante bien. Todo había que decirlo. Encima, tenía memoria fotográfica con lo que no necesitaba tener delante lo que estaba dibujando para hacerlo con la mayor precis...